"Aún puedo sonreír cuando veo sus flores y sus frutos.
Cuando pienso en lo hermosa que fue hace unos años, cuando recuerdo aquellos veranos en que su belleza no podía igualarse, cuando recuerdo la admiración con que sus pares siempre la vieron...
Aún la veo florecer...
Me asusta pensar que en cualquier momento puede marchitarse y su raíz secarse, que puedo volver, y ya no estará ahí... no podré verla, ni disfrutar el observarla y tendré que conformarme con callar en lágrimas e intentar florecer como ella lo hizo.
Aún puedo verla florecer...
Sólo pido al Jardinero que nunca olvide regarla y que recuerde que ella nunca olvido su nombre ni sus tratos, lo mucho que ella espera su llegada, y lo mucho que anhela vivir para siempre con El y dejar los sufrimientos que tiene aquí...
No olvides también, que yo deseo seguir sus pasos... y que la semilla que me tocó a mi, no deje de crecer..."
A una mujer muy hermosa.-
